sábado, 4 de abril de 2009

Light My Fire


Era un noche cualquiera y yo, contemplando el cielo oscuro veo pasar una estrella fugaz. 

Nunca me había impresionado mucho el verlas (sé que son un espectáculo poco común), pero en aquella ocasión sentí escalofríos, fue algo espeluznante.

Empecé a reflexionar sobre mi vida, lo finita que esta era y como pasamos por ella tal fuéramos seres inmortales.

Del mismo modo, este astro, me rememoró a todas aquellas personas que pasan por nuestras vidas dejando a modo de bellos recuerdos todo esa magnificencia y belleza interior que obtuvimos de ellos y también... de aquellos que aun tenemos a nuestro lado, que son en nuestra existencia como la estrella que vemos ante nuestros ojos y que pasa por lo alto siguiendo su curso. Es tal cual una persona que nos acompaña... quién sabe hasta cuando, sólo sabemos que será algo efímero, que en cualquier minuto podrá desaparecer... simplemente estarán a nuestro lado lo que dure su itinerario en ese soberbio cielo que tenemos sobre nosotros.

Y fue en ese momento que aprecié la beldad que se haya en la vastedad de los entes, que se disipa en un “eterno” que se ha vuelto monótono.

Quiero brindar estos vocablos a quiénes me rodean y a unas cuantas personas que han sido notables en mi vida... posiblemente... no todos ellos están junto a mi y no supieron jamás el tesoro que me confirieron, tal vez, lo entrevieron, no lo sé... ahora tan sólo puedo archivar en mi corazón con mucho celo estas galeantes memorias que como un cometa resplandeciente transitaron por mi vida, mientras que de otros aun consigo regocijarme con su luz...